jueves, 14 de enero de 2010

La modernidad y la historia pueden convivir: El traslado del templo de Abu Simbel

En el Perú se acostumbra mucho a ver las ruinas y monumentos antiguos mas como un recuerdo inútil de un pasado que ya no podrá volver, que como un valioso legado de lao ancestros y menso aun como una fuente de ingresos económicos como si se le ve en otros países, que incluso no podríamos catalogar como de “primer mundo”. Como fue el excepcional caso de Egipto y el traslado integro del templo de Abu Simbel, donde con la ayuda de la ONU se completo el traslado del edificio a un lugar más seguro.
En esa ocasión se vio un dilema muy común en el Perú, se quería hacer una obra de colosal envergadura para el desarrollo de una zona en particular, pero un monumento se oponía a ese avance. ¿Qué hacer?, o preservo el legado de mis ancestros y por tanto no ejecuto la obra) o lo destruyo y consigo la “modernidad”. Si aplicásemos este caso en el Perú con tantas huacas destruidas por el avance de poderosos grupos, cuyos nombres no mencionare pero que son harto conocidos, o destruidas para parcelas agrícolas o para fabricas, segadas por invasiones, o por obras de irrigación, o simplemente porque obstaculizan la “modernidad” el templo hubiera sido destruido.
Pero el caso está en que las autoridades egipcias pidieron el apoyo de la Unesco y se trazo un plan de evacuación del monumento para evitar que la represa Nasser lo inundase, el monumento se corto bloque a bloque y fue enumerado y se traslado integro metros arriba para su nuevo emplazamiento.
Este ejemplo nos demuestra que nuestros monumentos están muy lejos de ser un estorbo al avance tecnológico y económico, y que no hay que ser un país de primer mundo para conservarlos o ¿será que algunas personas se avergüenzan de ellos? Es una duda que debemos despejar.

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